“Este ultimo doctor nos explico el procedimiento a seguir: que en síntesis era iniciar quimioterapia, extraer el tumor y seguir quimioterapia. Estábamos casi convencidos de que así tenia que ser, hasta que Mi tío L, mi adorado tío ,empezó a llamar desesperadamente diciéndonos que teníamos una cita con el mejor y excepcional Oncólogo del país, casualmente, un primo, al que solo había visto una vez de casualidad, pero que no conocía.
Fuimos a la primera cita, y hasta entonces le conocimos, pero la confianza generada a partir de La Fe de mi familia, la seguridad del Doctor, pero sobre todo: DIOS NOS HABIA MARCADO EL CAMINO, HABIA DEJADO LAS HUELLAS QUE TENIAMOS QUE SEGUIR… y eso hicimos.
El procedimiento que él sugirió fue diferente al medico anterior y sin ser médico me parecía más lógico todo. Nos dijo que se tenía que extraer el tumor y estudiar la biopsia para saber a que estábamos enfrentándonos: y luego decidir que tipo de Quimioterapia había que aplicarme.
De inmediato ese mismo día nos envió al Ginecólogo Oncólogo, quien seria quien me operaria, fuimos hasta su consultorio ese mismo día y el nos recomendó la operación justo en ese instante, dijo claramente: ¡No podemos esperar más!. Recuerdo haberle dicho: Doctor déjeme ir a despedirme de mis hijos y mañana a primera hora estaré aquí.
Regresamos a San Miguel, y no aguante por lanzarme del carro y abrazar a mis niños, no quería soltarlos, no sabia si iba a regresar.
Al día siguiente estaban preparándome para la operación; tenia un crucifijo conmigo al que me aferre y pedí con todo mi corazón. No tardaron el llevarme al quirófano, el procedimiento era retirar parte del tumor de mi seno pero el doctor me dijo que retiraría los ganglios inflamados en mi axila y le dije: “Doctor haga lo que tenga que hacer “
Al despertar habían cortado un cuadrante de mi seno, y retirado 11 ganglios de mi axila , 8 de los cuales tenían la enfermedad.
Ocho días más tarde inicié mi primera quimioterapia, recuerdo que fue un 22 de noviembre de 2003, la realizó el Doctor V mi primo en su consultorio, o sea ambulatoria.
No tenía ni la menor idea de cómo o qué harían conmigo…por muchas veces que me lo hubieran explicado.
Previo a esto por supuesto hubo exámenes para saber que condición tenía para poder empezar el tratamiento.
Colocaban cada Quimio en mi vena con la ayuda de una enfermera a la que le tomé cariño. Pasaban cerca de 3 horas en ese proceso. Recuerdo esas horas en las que el Doctor, escuchaba música cristiana para elevar mi espíritu y las platicas tan amenas que no podían faltar.
Después de esa primera Quimio, se me dijo en mas de una ocasión que posiblemente se me iba a caer el cabello, y que a lo mejor había necesidad de una mastectomía. Yo en realidad quería vivir e iba a luchar con todo lo que DIOS me diera por eso no me importó, al menos no en ese momento.
Después de la primera Quimio al llegar a mi casa, ya tarde esa ocasión, mis hijos como siempre me esperaban al llegar. Yo estaba con dolor y con mucha incomodidad, de paso al verlos ahí: no contenía el llanto. Diego el menor no podía hablar pero sentía la ausencia de su mama y Armandito…mi Príncipe de 4 añitos me dijo: ”MAMI,,, NO LLORE,,,SOÑE CON DIOS,,, Y ÉL ME DIJO QUE LE DIJERA QUE UD. SE IBA A SANAR Y QUE LE TENIA UNA GRAN SORPRESA”
Esa noche caí de rodillas y entendí que lo que estaba viviendo era Prueba nada más que seguramente sufriría mucho pero que DIOS me levantaría.
Aunque lloraba de vez en cuando, mi hijo en más de una ocasión se acercaba a recordarme la promesa del SENOR.
¿Como podría explicar que un niño de 4 años pudiera decirme estas cosas?
En realidad me sentí tocada por DIOS.”