Cáncer de cuello uterino.Una vacuna lo podría erradicar

Como base, señalamos que éste tipo de cáncer es el segundo más frecuente en mujeres en toda América Latina, después de cáncer de mama; y a pesar de ser potencialmente más curable, es sin embargo el que causa más muertes en Centroamérica. además la mayor parte de los casos se dan entre los 30 y 50 años, la edad a la que la mayor parte de mujeres están empeñadas activamente en cuidar una familia y en la vida laboral.

En El Salvador sigue siendo el más frecuente y el más mortal. Aun tomando en cuenta ambos sexos. Tal como lo muestra la gráfica que sigue.

Estadísticas de El Salvador, informe Globocan 2008

Hace unos 6 años el Ministerio de Salud  nos reunió con la asesoría de la OPS. El propósito principal de esa reunión era afinar el uso correcto de la citología o Papanicolau (PAP) en el Sistema de Salud para detectar casos tempranos de cambios precancerosos, para evitar un cáncer  o al menos para descubrir casos de cáncer en etapas tempranas. Sabíamos ya, que casi en su totalidad este cáncer es una consecuencia a largo plazo de la infección con algunas variedades del Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV). Por lo que la pregunta pertinente desde entonces era ¿ y si mejor prevenimos la infección que dará lugar a los casos de este cáncer?

Claro que la respuesta a esto pasa por hacer los odiosos cálculos de que sale más barato; si evitar el cáncer o ayudar a vivir y a morir a las pacientes que lo van a desarrollar. Y sabemos que pasarán muchos años hasta concretarse la vacunación universal y gratuita en nuestras tierras.

En tanto algo así se resuelve en la esfera de lo político, como individuos tenemos el derecho y  la obligación a conocer las opciones que ya existen para actuar dentro de nuestra esfera de influencia para asegurar la salud  de las jóvenes y mujeres de nuestro círculo familiar.

La Infección con el VPH, especialmente cuando sucede antes de los 15 años, provoca cambios en el cuello uterino que ayudados por otros factores provocarán en cierto número de mujeres un cáncer invasivo potencialmente mortal. En un reciente y amplio estudio de más de 10,000 casos de cáncer de cérvix de todos los continentes, sucedidos entre 1949 y el 2009; se comprobó que en un 90% al menos de todos los casos estaba presente la infección por el HPV, en particular por 8 tipos del mismo. Otro dato importante derivado del estudio es que los tipos 16 y 18 están presentes en tres cuartas partes de los casos positivos al virus y en especial de las mujeres más jóvenes.

Desde hace años se desarrollan vacunas contra estos dos tipos en especial, y actualmente disponemos de dos vacunas aprobadas para uso general en USA y varios países europeos: sus nombres son Gardasil y Cervarix, ambas han probado su eficacia protegiendo contra la infección de los tipos 16 y 18 que se consideran responsables del 70% del total de cáncer de cérvix. Adicionalmente se sabe que ambas vacunas proveen protección cruzada contra otros tipos de HPV y que Gardasil protege además contra otros dos tipos que son responsables de verrugas genitales o condilomas acuminados, por lo que también se recomienda como protección para varones.

Dependiendo de la actividad sexual, las verrugas se presentan en  regiones muy diversas  como labios , boca, lengua, ano y alrededores. Si son descuidadas las lesiones pueden volverse gigantescasEston son casos moderados de verrugas genitales, aunque los tipos más asociados con cáncer de cervix causan más enfermedad invisible al ojo pero detectable mediante la citología y otros examenes más específicos

La recomendación vigente en USA y otros países es que se vacune a todas las niñas entre los 9 y 13 años de edad.

Después de los 13 y hasta los 26 igual se recomienda acunar a los que lo fueron antes de esa edad. Si se quiere proteger contra las verrugas genitales también, la elección más adecuada parecería ser Gardasil.

Ya que el HPV está asociado también con con cáncer de ano, cavidad oral, pene, vulva y faringe; la vacuna es en realidad un adelanto notable en la lucha contra el cáncer. Como toda vacuna existen riesgos que en muy raras ocasiones podrían ser graves, pero en contrapeso a los beneficios esos riesgos son francamente despreciables. Por ello junto con el consenso de agencias de salud y la gran mayoría de profesionales médicos del mundo. les animo a hablar con su médico familiar o su pediatra y a proteger a sus niñas y jóvenes hasta los 26 cuanto antes.

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Para información completa y sin fines comerciales, pueden revisar  el siguiente enlace:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

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